La meta
de tu alma radica en la realización de un gran ideal basado en el amor. Cuando
lo que quieres proviene de lo más íntimo de tu ser, de inmediato te sientes
inspirado y animado a materializarlo, ya no solo como sueño vívido sino como
realidad tangible. Si mantienes viva por mucho tiempo la llama de ese deseo
genuino, con toda seguridad, recogerás una abundante y hermosa cosecha.
El mundo,
como lo conoces, tiene arreglo, pero los cambios que demanda parten del cambio
que cada quien logre en sí mismo.
¿Pero en
qué consiste ese cambio tan urgente y necesario?
Lo que la
humanidad demanda es volver a los valores espirituales, a la vida sencilla y
humilde en la que el egoísmo no tiene cabida.
En
tiempos difíciles se ponen a prueba tus capacidades para que conozcas y
desarrolles nuevas facetas de tí mismo. Es un continuum que no para, así que
mal hace quien se resiente porque eso solo lo retrasa en su trabajo evolutivo e
incide negativamente en su entorno por ley de afinidad.
Si deseas
dar pasos firmes hacia tu rol como creador de realidades conscientes, precisas
servir a los más vulnerables porque esa es la manera más genuina de crecer en
la magia del amor incondicional.
Para
vibrar en la frecuencia del amor:
1)
Entrégate sin miedo, si eso es lo que deseas desde las profundidades de tu ser.
Tu corazón jamás se equivoca.
2)
Recupera tu confianza en los demás, sabiendo que confiar no significa ponerte
en peligro. Eso sería ingenuidad.
3)
Reconcíliate con la naturaleza, en ella está condensado el secreto de la vida.
4) Juega,
sin miedo al ridículo.
5)
Respeta y hazte respetar. Todos somos UNO.
6) Ayuda
a los más débiles y vulnerables a superar sus limitaciones y a descubrir lo que
pueden hacer por sí mismos.
7) En
definitiva, reconócete en el otro y descubre el valor de servir al prójimo.
Para
concluir, quisiera que reflexionaras acerca de dos preguntas:
¿Ya le
has dado un sentido más noble a tu vida uniéndote a causas humanitarias? ¿Crees
que con lo que haces actualmente tu alma ya se siente plena? Me gustaría que me
dejaras tu comentario al respecto.
Te abrazo
en la distancia.
Maria
Florinda Loreto Yoris.